- Ocurrió en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) 25 del IMSS en Monterrey
- Él se negaba a darles su celular porque era su única forma de comunicarse y fue cuando sintió un golpe en el pecho y lo tumbaron.
- El doctor identificado como Juan Carlos Soria contó su historia a través de las redes.
Soy médico residente de tercer año de pediatría y mientras estaba de guardia fui asaltado y herido en las puertas del hospital. El 21 de febrero me encontraba de guardia en la UMAE 25 del IMSS. Aproximadamente después de las 10 pm me encontraba en la entrada principal del hospital y estaba un taxi estacionado y dos hombres recargados en el platicando, no me pareció extraño porque siempre hay taxis ahí para los pacientes. Yo vestía un traje quirúrgico azul marino y bata blanca, comenzaron a acorralarme los dos extraños que estaban recargados en el taxi, me empujan y comienzan a esculcarme, me quitan mi estetoscopio, y con el forcejeo tiran mis cosas al suelo, yo comencé a gritar AUXILIO, AYUDA, SOLDADOS AYÚDENME !!! Me gritaron que me callara y comenzaron a insultarme, me dijeron que les diera mi celular, que lo soltara, yo lo tenia en mi mano dentro de la bolsa de mi pantalón , en ese momento pensé que si me hacían daño sería la única forma de comunicarme y pedir ayuda. Seguí gritando por mi vida pidiendo auxilio, los autos pasaban pero nadie se detuvo, acto seguido siento un golpe en el pecho y me tumban, los dos me miran y al escuchar que se acercaba gente salen corriendo hacia el taxi lo encienden y huyen. Segundos después llegó un militar y un vigilante y ellos me dicen que no me mueva porque tenía clavado en mi pecho un desarmador. Todavía no puedo entender porque las personas que nos dedicamos a salvar vidas somos agredidos de esta manera, siento coraje, impotencia, decepción y tristeza de vivir en un país donde a gran parte de la sociedad no le importamos, ni a quienes se supone deberían velar por nuestra seguridad: Presidente y gobernadores. Estoy vivo por un milagro, porque hay un ángel cuidándome y por los médicos, enfermeras, camilleros, técnicos radiólogos y demás personal que se encargaron de ayudarme de inmediato. Mi vida ha dado un giro completo y nunca volveré a ser la misma persona, pero el amor por mi familia, amigos , por mi carrera y mis pacientes siempre prevalecerá y es lo que me mantiene vivo!. Exijo que encuentren a las personas que me hicieron esto y se haga justicia por mi y por todos los médicos y personas que hemos sido victimas de la violencia.