GILDARDO IZAGUIRRE FIERRO
Se nos murió el poeta de los salmos, de las oraciones revolucionarias; el poeta y cura que subió a la montaña a decirles misa a los muchachos sandinistas. La verdad pensaba que era inmortal, lo conocí al inicio de los setenta del siglo pasado, me lo presentó aquí en Mazatlán, el profesor Elías Miranda; claro, por supuesto, a través de sus “Salmos”, y me dijo que lo había conocido en Cuernavaca, por allá a fines de los 50 o inicios de los 60, cuando estuvo en el monasterio de los benedictinos.

Tuvo una larga vida, que le dio tiempo de ser cura, escultor, poeta, fundador de una comunidad cultural-religiosa en una isla del Lago de Nicaragua (que fue aniquilada por Somoza), participar en dos levantamientos contra el Dictador (la revolución de abril y la Sandinista), ministro de cultura y duro crítico de la desviación ideológica de los jefes sandinistas, que se puede consultar en el Tomo 3 de sus memorias, que precisamente lo titula “La Revolución perdida”.
Después de la muerte de Marylin Monroe, el poeta nos convocó a orar por esta bella mujer y compuso el poema “Oración por Marylin Monroe”, y que comienza diciendo: “Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe”, y desgrana en unos cuantos versículos la vida de esta huerfanita, violada a los nueve años, empleada de piso en una tienda y que soñaba con ser estrella de cine; lo fue, la usamos y la tiramos. En el mes caliente de Agosto, 1963, en los Ángeles: “La hallaron muerta en su cama, con la mano en el teléfono y los detectives no supieron a quién iba a llamar”. Y concluye el poeta:
Señor: quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar; y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles). ¡Contesta Tú al teléfono!.
En este primero de marzo del 2020, a lo orilla de la primavera, el poeta marcó al teléfono del cielo y su Dios le contestó. Se murió el poeta, un hombre extraordinario.
(Nota 1: Sus memorias están en tres tomos: “Vida Perdida”, “Ínsulas Extrañas” y “Revolución perdida”, las puede conseguir en la librería Educal. Vale el gozo (no la pena) leerlas).
(Nota 2. El domingo 8 de marzo, por la mañana hay que acompañar a las mujeres en su protesta universal contra la opresión histórica y en su lucha por igualdad de derechos. Es una lucha nuestra, desde la revolución francesa hasta este aciago 2020).